El mejor de los negocios es...

Los emprendedores innatos, vamos por la vida como con un radar que detecta las oportunidades de negocio. Siempre estamos indagando en qué nicho podemos incursionar.
Está casi en nuestro ADN esto de encontrarle la veta comercial a cada situación que se nos presenta. Somos hábiles para obtener beneficios aún de donde los demás no creen que sea posible. Estamos siempre atentos y expectantes.

¡¡Es apasionante el espíritu emprendedor!! 

Quiero contarte que si sos emprendedor, sos poseedor de uno de los activos mas importantes para alcanzar las metas económicas que te propongas (avanzada la lectura, encontrarás el que, para mí, es el más importante). Es necesario que lo entiendas así, y que cuando hagas tus “tres pasos fundamentales para alcanzar tus objetivos”, no olvides poner esta virtud al detallar donde te encontrás hoy. 

Sobre mí, puedo decir que soy emprendedora desde que tengo memoria. Fui bendecida con padres muy pujantes que siempre me inculcaron que en la vida hay que trabajar para obtener resultados. Con los años aprendí que ese “trabajar” del que me hablaban no se refería solamente a cumplir con jornadas laborales, física o intelectualmente y recibir una remuneración económica por ello, se refería también a trabajar en nuestro interior, en nuestros propósitos y emociones.

Con los años comprobé que hay un negocio que no está reconocido como tal y puedo decirles, sin miedo a equivocarme, que es el mejor negocio que he emprendido en mi vida. La inversión la hice casi sin notarla, y me dio réditos inmediatamente. Me ha hecho ganar más que cualquiera de mis emprendimientos y apalanca a todos mis proyectos.

¡¡El mejor de los negocios es ser buena persona!!

O en palabras del Sr. Facundo Cabral “Si los malos supieran lo buen negocio que es ser bueno, serían buenos aunque solo fuera por negocio”.

Este, en mi opinión, constituye el activo más importante de nuestro patrimonio. Cuando sos buena persona son pocas las técnicas que necesitás conocer para que todo se alinee a tu favor.
Cada vez que vislumbres una oportunidad de emprender, tomate unos minutos para analizar algunas aristas para asegurarte que sea con éxito:

¿Cuán agradecido estás por la oportunidad de este nuevo reto?
¿Con qué energía vas a demostrar ese agradecimiento?
¿Cómo podés retribuir la oportunidad que se te está dando?
¿A quién podés ayudar desinteresadamente con este proyecto?

Al sentir gratitud por nuestras oportunidades y dar sin intención de recibir, solo como pago a nuestra gratitud, son muchas las puertas que se nos abren… ¡¡El beneficio económico llega por añadidura!!

Saludos cordiales!! 

Brenda..