Hola Juan, sabes?... Mi hija me dijo que vio a tu hijo de la mano con otro chico, parece que se anduvieron besando y
vaya uno a saber que otra cosa!! Yo no quiero que en el barrio lo tilden de depravado, viste como son las viejas chusmas... Ni que en el club, los muchachos anden murmurando que sos padre de un rarito... porque después, en la cancha no va a faltar alguno que te diga alguna guasada y te haga sentir mal viste... A mi, si me saliera un hijo así, me gustaría que alguien me lo diga, para acomodarlo, no sea que me entere a lo ultimo, cuando ya todos estén hablando de eso y
se me caiga la cara de vergüenza!!Juan apretó los puños y agachó la mirada. Sintió que el mundo se le caía encima. Caminó lo más lento posible de regreso a su casa, evitando cruzar miradas con otras personas.
Una catarata de pensamientos inundaban su mente y hacían que cada paso le costara el doble. Sentimientos entrelazados hacen emerger lágrimas involuntarias, que aunque intente frenar es imposible.
Al entrar tímidamente en la casa, contempla la situación sin poder pronunciar palabra alguna. Su esposa peinaba el lacio cabello de su niña de seis años, quien entre tanto acunaba a su muñeca con gran ternura.
Desde la cocina, un aroma a pan dulce recién horneado, se apoderaba de cada ambiente de la hermosa vivienda que con tanto esfuerzo habían logrado comprar y equipar a gusto para ser refugio familiar.
Al mirar a su hijo, inmerso en la lectura, ajeno completamente a la maraña de pensamientos que lo acompañó hasta segundos antes, no pudo contenerse, la reacción fue inmediata.
Le quitó el libro y lo apoyó en la mesa, lo instó a pararse y ante la mirada de su esposa, que no lograban comprender que sucedía, abrazó a su hijo y lloró con desconsuelo, cada minuto que pasaba el abrazo se hacía más profundo, como queriendo envolverlo con sus brazos para protegerlo del escarnio de las personas de afuera de la familia, como intentando cubrirlo con un escudo para que la opinión de los jueces autonombrados de la sociedad idealista y desalmada no pudiera dañarlo.
No fueron posibles las palabras en ese instante, tampoco necesarias. Solo al finalizar ese abrazo, se escuchó a Juan decir: - te amo hijo, y siempre voy a apoyarte en tus decisiones - y del otro lado entre sollozos un tímido: - gracias pa!!-
Esta historia es ficticia, pero quise redactarla a modo de utopía, con la ilusión de tocar el corazón de algunos padres, a los que les llega una noticia similar a la de Juan y no saben como reaccionar.
Seguramente sintiendo vergüenza, miedo, tristeza, culpa, etc...
La realidad es que como padres, la única preocupación que deberíamos sentir en un momento así, es como enseñarle a nuestro hijo a superar la opinión de las personas que se creen perfectas y con derecho a cuestionar a los demás. Porque sea cual fuese la orientación sexual de nuestro hijo, no deja de ser una parte nuestra, y no deja de estar en lo mas profundo de nuestro corazón.
Saludos Cordiales!!
Brenda..
Ay Bren.. Siempre que te leo es un placer. Ojala esto pase más seguido y los padres puedan acompañar a sus hijos en todo sin importar el que dirán 💜
ResponderEliminarGracias Nolu!! me queda la esperanza de que a alguien le sirva algo de lo que escribo.. Besoo
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